El Baile y el Salón

La Señal Música
13 dic 2024
2 Min. de lectura

A mediados de los años 90's, Latinoamérica fue invadida, asaltada por una ola creativa abierta, rica, ambiciosa, desmesurada, una ola que se retro alimentaba, que se multiplicaba en diversos puntos del continente, en un arco extendido que tenía sus epicentros en México y Argentina.

La televisión satelital, la fluidez de la información, la apertura a visitar ritmos y géneros nativos, la confluencia de una serie de elementos, potenció, dio origen a variados mestizajes, a expresiones originales que cambiarían el color de la música propia. Es así que, Los Visitantes en Argentina, Aterciopelados en Colombia, los Amigos Invisibles en Venezuela y Café Tacuba en México, sin proponérselo crearon una suerte de escena, a la que la prensa especializada bautizó "alterlatina".

El particular paisaje urbano del Distrito Federal en México, siempre luminoso y a veces fantasmal, crudo y poético a un mismo tiempo, fue la fuente de inspiración de Café Tacuba, una banda indie que perfeccionó su fórmula, incorporando en dosis precisas, instrumentos folclóricos y bases electrónicas, creando así un universo especial, en el que cabe el punk, la cumbia, el rock de garage, la ranchera, los boleros y el pop.

El viaje de Café Tacuba incluye el debate entre canciones urgentes y artesanales en "Café Tacuba", la recreación de sus gemas pop favoritas en "Avalancha de Éxitos", el doble estándar entre canciones y experimentación abierta de "Revés/Yo Soy", el homenaje a Los Tres en "Valle Calampa", una vuelta a las fuentes en "El Objeto Antes Llamado Disco" y la definición perfecta, la quinta esencia de la estética alterlatina, en el imprescindible "Re".