La Misma Suerte

La Señal Música
9 may
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La intuición, la pasión y la suerte, jugaron fuerte para orientar a esa fuerza vital, desbordante, incontenible, que fue/es Roberto Palo Pandolfo. Su espíritu de medium, heredado de su madre, le hizo comprender desde niño cual era su misión: ser un medium. Ser el vehículo de transcripción de la música, ser quien la toma del aire y la trae a este plano. Y esa habilidad, esa magia, explica su inagotable capacidad creativa. Esa suma y suma de páginas plenas de vida.

Las búsquedas abiertas, la ambivalencia, las pugnas de luces y sombras, siempre han estado presente en su arte, siempre han sido un sujeto condicionador. Es así que, en su primer gran experiencia, a bordo de Don Cornelio, hay un capítulo luminoso y poético, "Don Cornelio y la Zona" y uno obscuro y visceral, "Patria o Muerte". El inicio de Los Visitantes, fue salpicado, alcanzado por reminiscencias del final de Don Cornelio, ya que "Salud Universal" sostiene un ánimo sombrío, al tiempo que el segundo episodio, el multicultural "Espiritango", establece un giro estilístico sorprendente.

La pulsión entre lo acústico y lo eléctrico, entre el rock y el folclore, insinuada en los días de Los Visitantes en "Maderita", ejerció un desarrollo sostenido en sus días en solitario. En este período, Palo Pandolfo repartió su tiempo entre la figura del "cantor federal" que recorría el país solo con su guitarra y el artista que bebía, se embriagaba, se amparaba en la comunión de la vida en grupo. La distinción, entre sus aventuras solo y sus juegos en grupo con La Fuerza Suave y La Hermandad, se percibe con claridad recorriendo una discografía, en títulos como "Intuición", "Ritual Criollo", "Esto es un Abrazo" y "Siervo".

Su actividad, afiebrada y curiosa, incluyó los ciclo de lectura de poesía y la defensa irrestricta de su oficio, la del placer y el privilegio, de ser un humilde trabajador de la música argentina.