Sonrisas Colectivas
- La Señal Música
- 30 mar 2024
- 3 Min. de lectura
La Señal Música, en medio de la marea de ediciones, propone dos discos que merecen ser escuchados, esta vez posando la lupa en el rock.
1- The Smile / Wall of Eyes.
Thom Yorke y Jonny Greenwood, en la idea de tomar distancia de las exigencias y expectativas que despierta Radiohead, idearon un nuevo vehículo expresivo, The Smile, sumando a Tom Skinner de Sons of Kemet.
"A Light for Attracting Attention", el primer episodio de The Smile, fue una brisa de aire fresco en un panorama depresivo, donde la simpleza de formas y fondo, iluminaban la escena. La pretensión de hacer un disco de rock, que se asome tímido a un dejo de luz, fue la fuente de inspiración y dominio de un título que alcanzó rápido el favor del público.
La días de gira, afianzaron la combustión interna y el espacio creativo, que se plasmó en la aparición de una nueva serie de canciones. La mirada crítica, ahogada en descreimiento y desesperanza, que en el primer capítulo gano dosis breves, se abre a apariciones brumosas en "Wall of Eyes".

El diseño de sonido, juega con una paleta abierta, apostando a un sonido mas orgánico, que entrelaza percusiones, piano y cuerdas a la base cimentada en el trío. La edificación de las piezas, a partir de una escritura intrincada y compleja, apuesta fuerte a una exposición emocional, que se desliza sutil por una variedad de climas y humores.
La intensa actividad de The Smile, planteada e imaginada como un side project, abre un interrogante a futuro, considerando el extenso silencio de Radiohead y la ambiciosa jugada de su principal base creativa, que encuentra en "Wall of Eyes" un aire de continuidad, la natural fluidez de un camino a seguir.
"Wall of Eyes" (álbum completo)
2- Kim Gordon / The Collective.
El sentimiento de desolación, de aburrimiento y soledad de una sociedad bloqueada, sitiada por la hiper conexión, impulsó a Kim Gordon a trabajar bajo un estímulo disruptivo, que quiebre con los hábitos, con el orden pre fabricado del algoritmo.
A los setenta años, dueña de una vitalidad y energía incontenible, Kim Gordon sostiene el instinto crítico que la llevó a ser una artista. La alienación, superficialidad y insania social, inspiró un trabajo que se dividió en distintos planos expresivos, ya que "The Collective" fue primero una pintura y después un disco.
La edición de "No Home Record" en 2019, marcó las pautas de búsquedas y experimentación, el embrión, el lienzo fértil sobre el cual trabajar. Y en un punto, "The Collective", inicia sus pasos donde su disco anterior se había detenido. La sociedad con Justin Raisen, a bordo desde el inicio de su aventura en solitario, profundizó el uso de secuencias y texturas ruinosas.

El limbo noise, delimitado y sostenido por secuencias de trap y efectos dub, crece a partir de una mántrica superposición de capas de sonido, intervenidas bajo la técnica de collage. La exploración, rica en matices, se asoma a elementos de hip hop, industrial y electro punk. La proyección de la voz, invadida por efectos, ayuda a crear los climas de exposición, que transita entre la elegancia, la abulia y la furia.
La identidad, el capitalismo, el sexo, el desvelo por la imagen, todos los temas de su vida, están ahí graficados, glorificados por una nueva visión estética, que en su dinámica, se resiste a detenerse, está suspendida en una constante evolución.
"The Collective" (álbum completo)
La Señal Música (spotify)
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