Vokuro
- La Señal Música
- 9 ene 2024
- 2 Min. de lectura
por Carlos Hidalgo
Si el silencio es el primer elemento de la música, el segundo podría, debería ser la voz. Es difícil saber si fue el ejercicio percusivo o el canto ritual, el que encendió la emoción de los primeros habitantes, pero queda claro que la danza y el canto, siempre han estados asociados a la forma que el ser humano entiende el mundo.
Y es la voz, única e intransferible, una referencia de la identidad, de la esencia de una persona. La voz, asociada a la comunicación y a la expresividad, a la idea de ser reflejo de pensamientos y sentimientos, es la que inspiró un trabajo muy particular y extremadamente sensible: "Medulla".
El título del disco, Medulla", se referencia en la sustancia, en la esencia que habita en cada elemento del universo. La artista islandesa Bjork, dueña de un interesante y eclético itinerario, entre sus múltiples búsquedas y cambios de piel, sintió que debía sumergirse, extraviarse en las infinitas posibilidades que respiran, laten en los juegos de voz.
A través de una serie ilimitada de registros, la voz, se constituye en el alma, en la presencia excluyente, imprescindible de las piezas. La idea, instaurada como dirección artística, fue reblandecer y minimizar el flujo instrumental. La magia, en el diseño de sonido, bajo una exquisita alquimia, con el inteligente uso de los planos de mezcla, irradia un presencia espectral, por momentos imperceptible.
El dominio que Bjork tiene de su instrumento, sea en sus aspiraciones o en sus limitaciones, le otorga la posibilidad de jugar a pleno. La superposición de muestras, con diferentes tonos e inflexiones, despliega un caudal emocional amplio, que alienta alternativamente, instancias de pasión, furia, miedo y amor.
Las composiciones, bien pensadas y elaboradas, encuentran amistad, complicidad y refugio, en las participaciones de Mike Patton, Robert Wyatt y del Icelandic Choir, que alimentan sensiblemente sus cualidades expresivas. La sorpresa, en una puesta audaz, alcanza su climax en la adaptación de una vieja obra clásica islandesa para piano, "Vokuro", para ser interpretada por un coro de veinte voces.
La voz de Bjork, se eleva en una repetición infinita, en un devenir sin pausas, en la idea de transcender, de encontrar en "Medulla", la esencia que habita en cada elemento del universo.
"Medulla" (álbum completo)
Bjork (playlist)
La Señal Música (spotify)
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